1. Cuanto más somos llamados a la grandeza tanto más sentimos la indigencia yel límite de nuestra propia carne. Abraham había sido fiel; había empezado a
caminar por obediencia y sin saber dónde iba. Sin embargo, cargado de
promesas, siente el dolor de su propia indigencia, el límite, contradictorio
casi, con todo lo prometido: no tengo hijos.
2. La rebeldía y luego la oración en forma de queja o lamento son la reacción
normal cuando nuestra carne "siente" el límite , la indigencia.-
3. El límite nos lleva también por el camino de la noche oscura. Si bien Job se
basa en cierta resignación, su oración -porque toca el límite y la indigencia
de toda carne- surge de lo más profundo de la amargura y de la angustia.-
4. Además se da el aparente bienestar de los malos. ¿Por qué ellos pueden
gozar libremente, por qué pueden reírse de Dios? Esta pregunta nos hiere
en el límite, nos hace sentir indigentes, idiotas o tontos ante la vida.-
5. Sólo la oración da fuerzas para superar la prueba: permanezcan despiertos
y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero
la carne es débil. La carne es débil: es el sentimiento del límite de toda
carne , de nuestra indigencia.-
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